VIVIR LA SEMANA SANTA 2020

Sugerencias para vivir la Semana Santa de un modo especial en este momento que nos toca vivir.

Podéis seguir las celebraciones en Roma retransmitidas por Trece TV y TV2.

O las celebraciones en la catedral de Madrid que se pueden seguir por Youtube (y probablemente también Telemadrid): Jueves Santo (18 h), Viernes Santo (17 h) y Vigilia Pascual (20 h).

Nos disponemos a celebrar una Semana Santa y un Triduo Pascual muy especial. La dramática situación que vivimos por la pandemia del COVID-19 nos está haciendo vivir un tiempo de prueba y purificación que el Señor ha permitido en su providencia. “La historia del pueblo de Dios, desde Abraham hasta hoy, está forjada con el entramado de pruebas que han provocado, junto al sufrimiento y la muerte, frutos de purificación, paciencia, solidaridad y caridad fraterna. En estos días, la fragilidad y el dolor nos ha unido entre nosotros y con el Cristo sufriente que no deja de acompañar a su pueblo y de padecer con él” (Mons. César Franco, Obispo de Segovia, en su Carta pastoral con ocasión de la Semana Santa).

Esta situación, vivida desde la fe, puede ayudarnos a abrirnos a un horizonte que trasciende nuestra fragilidad: el del mundo del espíritu abierto a perspectivas de plena humanidad y de vida eterna. Nuestros templos están prácticamente cerrados, pero la Iglesia no. El Pueblo de Dios sigue su camino con fuerza y más unido que nunca.

Como no podía ser de otra manera, la Semana Santa se seguirá celebrando, aunque de forma distinta. Como siempre necesitamos compartir y manifestar lo que nos une, nuestro amor a Cristo. Tratemos de «celebrar» la Semana Santa en la «pequeña iglesia» que es nuestra casa o pequeña residencia. Y para vivir con intensidad e interioridad el misterio que celebramos en estos día os propongo unas sugerencias que el D. César ha realizado a sus diocesanos:

Estamos aislados pero nunca separados…

Unidos a la Iglesia de Cristo. Somos la Iglesia.

Somos hermanos en Cristo. Él es la Resurrección y la Vida.

Domingo de Ramos

Celebramos hoy el DOMINGO DE RAMOS. La liturgia presenta dos momentos muy distintos:

  1. ENTRADA DE JESÚS EN JERUSALÉN, con la procesión de Ramos… en un clima de alegría… como GESTO de FE y de COMPROMISO.

INICIO DE LA SEMANA SANTA, con la Lectura de la Pasión del Señor, en la misa, recordando el camino de sufrimiento y de la Cruz. Dos momentos de la vida de Jesús: Triunfo y Humillación. Jesús se presenta proponiendo la paz y recibe violencia…

La segunda lectura es un bello Himno Cristológico. (Flp. 2,6-11).

Cristo es el principio y el fin de todas las cosas, ejemplo de toda criatura. Mientras que la desobediencia de Adán trajo fracaso y muerte, la obediencia de Cristo al Padre trajo exaltación y vida …
Él se despojó de su condición divina, asumió con humildad
la condición humana, para servir, para dar la vida,
para revelar totalmente a los hombres el ser y el amor del Padre.
Ese camino no llevará al fracaso, sino a la gloria, a la vida plena.
Y es ese mismo camino de vida, que la Palabra de Dios nos propone.

  1. El Evangelio invita a contemplar la PASIÓN y MUERTE de Jesús, según San Mateo. (Mt 26,14-27,66)
    • El texto nos introduce en el clima espiritual de la Semana Santa. No es solo el relato de los hechos acontecidos con Jesús, sino el anuncio de un mundo nuevo de justicia, de paz y de amor: Jesús pasó por los caminos de Palestina “haciendo el bien” y anunciando un mundo nuevo de vida, de libertad, de paz y de amor para todos.
    • Ese proyecto liberador de Jesús entró en choque con la atmósfera de egoísmo y de opresión que dominaba el mundo.
    • Las autoridades políticas y religiosas se sintieron incomodadas con la denuncia de Jesús: no estaban dispuestas a renunciar a los mecanismos que les aseguraban poder, influencia, dominio, privilegios.
    • No estaban dispuestas a arriesgar, a desinstalarse y a aceptar la conversión propuesta por Jesús.
    • Por eso, condenaron a Jesús, clavándolo en una cruz. La muerte de Jesús es la consecuencia del anuncio del “Reino“, que provocó tensiones y resistencias entre los que dominaban al pueblo.

    • La muerte de Jesús es el punto más alto de su vida; es la afirmación de todo aquello que predicó: el don total.
    • En Getsemaní, Jesús condena la violencia contra el siervo… El camino del Padre pasa por el amor y por el don de la vida. Por eso, los discípulos no pueden recurrir a la violencia. 
    • Solo en el Evangelio de Mateo aparece el relato de la Muerte de Judas. El episodio muestra la falsedad del proceso y la inocencia de Jesús. Mateo subraya la desesperación y el arrepentimiento de Judas, y deja clara la inocencia de Jesús.
    • Solo Mateo habla del sueño de la mujer de Pilatosy del lavado de las manos. Quiere dejar claro que los paganos reconocen la inocencia de Jesús y el pueblo mismo lo rechaza.
    • Solo él describe los hechos que acompañaron a la muerte de Jesús: “El velo del templo se rasgó en dos de arriba abajo… la tierra tembló y las rocas se rajaron, las tumbas se abrieron y muchos cuerpos de santos que habían muerto resucitaron… y se aparecieron a muchos». Para Mateo, son señales de que Dios está allí como el salvador y libertador de su Pueblo, a pesar del aparente fracaso de Jesús.
    • Finalmente, solo Mateo narra el episodio de la «guardia» del sepulcro. Para los cristianos, el sepulcro vacío era la evidencia de que Jesús había resucitado.

Te vistes de humildad

En pollino, pequeño y renqueante,
irrumpes en la ciudad de la paz
pasas por delante de los muros que verán  impasibles
cómo se mata al Profeta entre los profetas
TE REVISTES DE HUMILDAD, SEÑOR
 
Preámbulo de victoria y, a la vez Señor,
aparente derrota o contradicción:
¿Es así como arrolla el Hijo de Dios? ¿Es así como vence el amor?
TE REVISTES DE HUMILDAD, SEÑOR
 
Y, con laureles en las manos, los que somos menos humildes
cantamos, pregonamos y proclamamos:
¡Hosanna al Hijo de David!
¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!
¡Paz al mundo! ¡Paz! ¡Paz!
TE REVISTES DE HUMILDAD, SEÑOR
 
Y, en nosotros como en los que te aclamaban entonces,
se cumple todo lo que esperábamos de Ti.
Hoy, Señor, bien lo sabes
se mezcla en esta fiesta de la alegría
la vida, y la peregrinación hacia la muerte
el júbilo, y la cruz que se levanta invisible en el monte
nuestro deseo de seguirte
y la cobardía de los que huiremos en la tarde del Jueves.
Déjanos acompañarte, Señor.
Déjanos subir contigo a la ciudad santa.
Déjanos servir como Tú lo haces.
TE REVISTES DE HUMILDAD, SEÑOR
 
Y, por encima de la multitud de ramos y palmas,
se divisan las horas con más pasión y amor
por ningún hombre, jamás vividas.
Vamos contigo, Señor, hasta el final
Vamos contigo, Jesús, hasta el Calvario
Nos arrancarás de la muerte, con tu muerte.
Con tu cruz, nos redimirás
Nos resucitarás, con tu resurrección.
TE REVISTES DE HUMILDAD, SEÑOR
y….te decimos: ¡HOSANNA! ¡HOSANNA!
 

UNCIÓN DE ENFERMOS

El sacramento de la unción de enfermos, por el que el Señor Jesús se convierte en consuelo y fortaleza para quienes sufren dolores y tribulación por falta de salud, es administrado en nuestra parroquia siempre que se solicita. Basta con llamar o acercarse al despacho parroquial para ponerse en contacto con el párroco o alguno de los sacerdotes. Ellos concertarán el modo y el momento más propicio para la celebración del mismo, acudiendo con diligencia allí donde se necesite y llevando el óleo de Cristo-médico, que suaviza todo sufrimiento.

La unción de enfermos está relacionada con el grupo de pastoral de enfermos empezó a funcionar el año 1982, en el grupo nos dedicamos unas horas a la semana ( según lo que pueda cada uno) a visitar y acompañar a los enfermos y ancianos que necesiten o quieran nuestra compañía. Nuestra actividad consiste en dialogar con ellos, pasear, leer, acompañar al medico o simplemente estar, todo dependiendo de la necesidad concreta de la persona visitada. Nos reunimos los segundos martes del mes a las 18,30 en una de las salas de la Parroquia.
Estamos abiertos a los que queráis participar, venir a compartir nuestra misión. Animamos a los ancianos y enfermos que requieran nuestros servicios.

CONFESIONES

El sacramento de la reconciliación alienta el camino de conversión continua a que estamos llamados los cristianos. En nuestra parroquia, se reserva un día para celebrarlo en un contexto comunitario especial durante los tiempos litúrgicos de Adviento y Cuaresma.

MATRIMONIO

El actual Equipo de Prematrimoniales se remonta a hace 14-15 años. Por entonces un grupo de matrimonios fuimos convocados a renovar el proyecto parroquial en este campo y a llevar a cabo el proyecto: “Acompañar a las parejas que desean casarse por la Iglesia”.

Actualmente el equipo está formado por ocho parejas, matrimonios de distintas edades que, desde su propia experiencia y, bajo el impulso del espíritu, aportan su grano de arena a que este grupo funcione y haciendo que cada cursillo sea único e irrepetible.

Los cursillos prematrimoniales se celebran de forma condensada en un fin de semana. Utilizamos con éxito este formato, ya que permite a las parejas de novios una planificación adecuada dentro de la apretada agenda de los preparativos para la boda.

Fechas: Los siguientes fines de semana:
                             5 – 6 de noviembre de 2022
                            4 – 5 de febrero de 2023
                           22 – 23 de abril de 2023

Si vas a casarte, ¡enhorabuena! El matrimonio es un paso muy importante y el curso de novios o cursillo prematrimonial es un buen medio para armarte de herramientas que te ayuden a seguir creciendo como pareja durante toda vuestra vida.

Contacto

Teléfono parroquia: Móvil: +34 628 223 349
                                Fijo: +34 913 998 893

Información, avisos, sugerencias, quejas, felicitaciones… Tu opinión nos importa.

comunión

Un grupo numeroso de catequistas tienen la confianza de nuestra comunidad parroquial en este periodo formativo en la fe. Nuestros objetivos son claros, sencillos y específicos. En primer lugar, procurar, por todos los medios a nuestro alcance, el despertar y el crecimiento en la fe de los niños y niñas que asisten a Catequesis en la Parroquia; en segundo lugar, que esa fe sea celebrada en los Sacramentos y testimoniada, a ese nivel de infancia en medio de su entorno; y, en tercer lugar, que la Parroquia empiece a ser punto de referencia comunitario: Asamblea de los que creen en Dios Padre, en su Hijo Jesucristo, Dios y hombre, que se hace «carne» para salvarnos; y en el Espíritu Santo.