"Rema mar adentro y echad las redes para pescar"

Resultan sugerentes las barcas, las redes, el mar, la pesca y Jesús, sentado, enseñando a la gente (Evangelio). Está recogido todo lo que implica la vocación de los apóstoles: escuchar la llamada, acoger la enseñanza de Jesús, convivir con él y responderle generosamente porque Jesús les inspira confianza, creen en Él. El mar y la pesca, los peligros y fracasos expresan la misión que comparten con Él; aunque no han pescado nada durante la noche, hacen caso al Maestro y la pesca reventaba la red...Seducidos," dejándolo todo lo siguieron".
Dios se da a conocer, sale al encuentro del hombre y le llama a colaborar con Él y le capacita para ser su portavoz, para hablar en su nombre (1ª lectura). El hombre se conoce a sà mismo si se relaciona con Dios y se comprende a sà mismo si participa en el proyecto de Dios.
"El Señor completará sus favores conmigo; Señor tu misericordia es eterna, no abandones la obra de tus manos" (Salmo 137). Pablo recuerda a los cristianos de la comunidad de Corinto el Evangelio verdadero, "que os está salvando" (2ª lectura). El itinerario que lleva a la salvación tiene cuatro etapas: recibir la fe, permanecer firmes en ella, vivir en el EspÃritu de Jesús Resucitado y guardar la predicación apostólica.
¿En qué me ocupo y me afano?; ¿"Echo las redes" de mi vida fiándome de la Palabra de Jesús?. ¿Hago más caso a los falso profetas, que me apartan del Evangelio y de mi vocación?
Jaime Aceña Cuadrado cmf
Sábado 6 de febrero de 2016, por