"Quedaos en la casa donde entréis"...

En los cÃrculos pastorales llevamos hablando muchos años de ´la "Nueva Evangelización" (S. Juan Pablo II). Es claro, para la mayorÃa, que con esta expresión no se pretende volver al "Régimen de Cristiandad", sino recuperar el ardor de los primeros evangelizadores con métodos acordes a la sensibilidad de hoy. Es fácil hablar asÃ...lo difÃcil es llevarlo a la práctica. La Palabra de este Domingo XV del Tiempo Ordinario nos da las claves para evangelizar.
"Llamó Jesús a los Doce y los fue enviando de dos en dos" (Evangelio). Es como un ensayo, antes de la Misión Universal que tendrá legar después de la Resurrección con el envÃo del EspÃritu Santo a los Apóstoles reunidos con MarÃa, la Madre de Jesús (Pentecostés). Jesús les envÃa de "dos en dos" para ayudarse mutuamente y testimoniar la verdad de Jesús que, según la costumbre judÃa, resulta creÃble si el testimonio de dos concuerda. Hoy hablamos de la Misión de la comunidad, del trabajo en equipo que muestra a la Iglesia como anticipo del Reino de Dios que se anuncia. Hay otra exigencia para los enviados: "ni pan, ni alforja, ni dinero..."; que tengan su seguridad en la fe en Dios que les hace libres para evangelizar, sin temer a los "religiosos de siempre" ni a los intereses económicos-polÃticos".
La conducta y el EspÃritu recibido hacen del bautizado un Profeta. es el momento de tomarme el pulso para comprobar si mi salud es la de un bautizado consciente o he abandonado la fuente que me hizo nacer del Agua y del EspÃritu. Tema de meditación y de oración, sin engaños.
"El Señor me sacó de junto al rebaño y me dijo: ve y profetiza a mi pueblo de Israel" (1ª Lectura). Dios elige a hombres concretos y no valen excusas. Amós era "pastor y cultivador de higos". ¿Qué excusas pongo yo para no aceptar ser enviado por el Señor?. La llamada de Dios no repara en antecedentes humanos y es irresistible, en condiciones de relación normal con Él -oración, servicio al pobre, experiencia de comunidad creyente...-.
S. Pablo enumera una serie de bendiciones divinas que convierten nuestra vida en alabanza a quien nos ha elegido en Cristo; enumero seis: elección, filiación adoptiva, redención, manifestación del misterio que nos salva, y judÃos y paganos somos elegidos como miembros de su Pueblo. El amor auténtico, el amor-Caridad, es la única respuesta coherente ante el amor que Dios nos ha tenido desde toda la eternidad...y el amor que nos sigue teniendo, a pesar de nuestros olvidos o de abrirnos a valores que esclavizan. Él sigue fiel.
Jaime Aceña Cuadrado.
Jueves 9 de julio de 2015, por