"Padre, perdónales porque no saben lo que hacen".

Es Viernes Santo. Las oraciones litúrgicas y los sonetos más conocidos al Crucificado, contemplan el suplicio de Cristo en la Cruz por amor, con frecuencia, no correspondido. Da su vida para librarnos del pecado y para que lleguemos con Él a la gloria de la Resurrección.
Santa Teresa de Jesús escribe en el libro de las Moradas: "Poned los ojos en el Crucificado, y todo se os hará poco. SI EL Señor nos mostró el amor con tan espantables obras y tormentos, ¿cómo queréis contentarle con solo palabras?. Adonde hay amor es imposible estarse sin trabajar".
Nuestra vida cristiana comporta seguir a Jesús; todas las personas cercanas a Él han padecido mucho: Su Madre (La Piedad y la Dolorosa), los Apóstoles...nuestros hermanos perseguidos y martirizados en Oriente Medio, como tantos mártires a lo largo de la historia. Jesús carga sobre sà el sufrimiento de todos, provocado por la injusticia y porque somos limitados y el poder del mal nos acecha. Jesús lo vence con amor y confianza en el Padre: "Padre, perdónales porque no saben lo que hacen"...
"Padre, perdónales porque no saben lo que hacen". Jesús es vÃctima con nosotros del mal y del sufrimiento. Los afrontamos con esperanza si vivimos y morimos con Él. Contempla con ojos de fe al Crucificado y vislumbrarás la luz de la Pascua, la alegrÃa de la Victoria: "oh Cruz, tú nos salvarás por el Verbo en tà clavado". Nos salva el Crucificado que nos ama hasta el final y confÃa su vida al corazón del Padre.
Jaime Aceña Cuadrado cmf
Viernes 25 de marzo de 2016, por